¿Te pierdes en la amplia variedad de vinos que comercializamos? Para ayudarte a elegir algún vino para disfrutar en verano, hemos contactado con tres laureados sumilleres para que nos ofrezcan una pequeña selección.
El consumo de vino no tiene una temporada especial pero, bien es cierto que en verano nos apetecen vinos más ligeros, y con la temperatura más fresca.
Hemos consultado a tres sumilleres respetados, para que nos que den un par de pistas cada uno y así disfrutar del vino en verano sin que nos resulte pesado.
Se presenta a sí misma como “sumiller e hilo conductor entre la cocina y el comensal”, labor que ejerce en Trigo, el restaurante con estrella Michelin que comparte con su marido, el cocinero Víctor Martín.
Su pasión por el vino la transmite con gran entusiasmo: “Víctor y yo disfrutamos de un entorno vitivinícola apasionante en el que vivimos grandes momentos, tanto en nuestro tiempo libre como en el trabajo. Me siento muy orgullosa de una tierra de la que que tanto aprendemos y compartimos a través de sus vinos”.
Es un vino muy versátil, con estructura y pienso que tiene una gran capacidad de acompañar elaboraciones tanto de tierra como de mar. Sin ninguna duda, ¡es un valor seguro!
Este vino se elabora con uvas blanca albillo y tinta fina, y procede de la localidad de Quintana del Pidió en Burgos. Es un vino elegante, sutil, de corte gastronómico y, en mi opinión, con un gran potencial de guarda.
Puedes comprarlo para consumir enseguida y, también, guardarlo para el próximo verano: el tiempo le dará un atractivo aún mayor.
Lleva 22 años al frente de la sumillería del restaurante Paco Roncero (antes llamado La Terraza del Casino), un espacio que ostenta dos Estrellas Michelin desde 2010.
María José es licenciada en ingeniería agrícola, y comenzó como sumiller sin conocer apenas el mundo del vino. A base de estudio e infinidad de catas acabó convirtiéndose en una de las mujeres pioneras en la sumillería de altos vuelos y es, hoy en día, una respetada profesional.
Lo que me gusta de Fillaboa es que es un vino que mantiene muy bien la personalidad de la uva albariño, con sus cítricos, la manzana, sus aromas herbales y florales, aunque con un punto de reducción que le hace más complejo.
No tiene barrica y eso lo veo un valor: me gustan mucho más las notas del albariño como varietal y no las que aporta la madera.
Además, en boca es muy untuso, denso y con muy buena acidez. Nos vale como vino fresco y como vino con un poco más de chicha.
Es un tinto ligero perfecto para tomar en la época estival. Tiene muy pocos taninos, es muy fresco y elegante. Nos puede acompañar muchos platos en verano ya que, al ser un tinto de baja tanicidad, es muy adecuado para servir con platos de pescado.
Es un tinto que agradece que lo tomemos fresquito de temperatura, por lo que es una muy buena opción aun con los grados del ambiente disparados.
Jienense de nacimiento y malagueño de adopción, el sumiller del celebrado Estimar madrileño se alzó, en 2013, con el Premio al Mejor Sumiller de Málaga, y la Guía Metrópoli le consideró Mejor Sumiller en 2015.
Ha trabajado en distintos restaurantes con Estrellas Michelin, también en el famoso Grupo Paraguas. En la actualidad, es jefe de sala y sumiller de Estimar Madrid, formando un gran equipo con el chef y propietario Rafa Zafra.
“Me siento muy vinculado al universo Zafra, por lo que seré socio en su nuevo restaurante Rural, de inminente inauguración en Madrid”, afirma Juanma.
En esta época apetecen mucho los vinos rosados muy frescos, sin necesidad de ser ‘caramelos’, y que como este procedente de la Sierra de Málaga, tengan características florales, con notas a frutas rojas silvestres, muy fácil de beber, de corte provenzal y que seguro que hace las delicias de la gente en la época veraniega.
Muy adecuado para arroces y fideuás, hay que tomarlo bien fresquito.
Durante el verano también apetecen vinos tintos, aunque buscamos características diferentes. Uno que pienso que es perfecto para los meses de calor es este Lunares que, tomado a una temperatura más fría de lo habitual, es el acompañante perfecto para muchos platos como el pescaíto frito o las barbacoas.
Su poca crianza en barrica, le da las notas básicas de madera y se potencia la fruta. Al enfriarlo, se aumenta la acidez y también la frescura del vino, y con esa carga frutal, es una muy buena opción veraniega.
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