Con estas propuestas, ¡tiramos de temporada!. Septiembre y octubre nos proporcionan una gran variedad de sabores y colores más allá del tomate que tenemos que aprovechar, tanto por sus propiedades nutricionales como organolépticas. Por supuesto, nos encanta el tomate, aunque hay otros ingredientes perfectos para ensalada a los que tenemos olvidados. ¡Atrévete con combinaciones diferentes que darán alegría a tu dieta cotidiana!
Es habitual que la calabaza nos remita a sabores y platos otoñales (Halloween también muestra su influencia en un país mediterráneo como el nuestro), y aunque la temporada de calabaza se alarga hasta el otoño, lo cierto es que en verano está en su punto álgido.
Es a finales de agosto cuando empieza la temporada de granadas, un fruto ideal para dar color y sabor a muchas ensaladas. Esta, además de col (que es de las pocas hortalizas endémicas europeas), incluye nueces, un fruto seco más que recomendable para una buena salud cardiovascular.
Sin duda, esta ensalada se inspira en la cocina árabe en la que, además de cous cous, encontramos otros ingredientes mediterráneos como el zaatar, las aceitunas, el queso de cabra y la hierbabuena, conformando un plato fresco y muy completo.
No nos confundimos al incluir el tzatziki en una lista de ensaladas porque, ¿sabías que, en Oriente Próximo, también en Grecia, reconocen como ensaladas también a las hortalizas trituradas que se toman frías?
En esta receta vamos un paso más allá del tzaziki original contando con un ingrediente de excepción: el aguacate. ¡Acompáñala con pan de pita!
Una mezcla muy exótica es la que encontramos en esta ensalada de zanahorias llena de betacaroteno, que cuenta con jengibre, miel, pasas y menta fresca. Un shock de sabores que no dejarán indiferente.
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