Qué duda cabe que las salsas se idearon con un objetivo claro: realzar en la medida de lo posible el sabor y potencia del alimento principal. Las carnes y las hortalizas son ingredientes habituales en las barbacoas de verano, y son muchas las personas que buscan aderezarlos en el plato con alguna salsa que combine bien con cada uno de ellos.
En el mercado hay una gran variedad de salsas, pero no todas se muestran adecuadas para el alimento que queremos aderezar. ¿Quieres acertar a la primera y elevar tu plato a la barbacoa a la máxima potencia? ¡Toma nota de nuestras recomendaciones! Nos gustan estan salsas porque prometen una comida sabrosa que gustará a todo el mundo.
¿Sabías que ya en la Biblia se mencionan los granos de mostaza? Los griegos y los romanos empleaban las semillas diluidas en salmuera para aderezar carnes y pescados, y precisamente los romanos introdujeron su uso en la Galia, lo que antiguamente era Francia.
Es excelente para acompañar carnes rojas a la parrilla, también blancas como las de conejo, cerdo, cordero lechal y pollo.
¿Por qué nos gusta la mostaza en grano? Porque su textura es crujiente y su aspecto muy atractivo, además de por un intenso sabor capaz de realzar cualquier carne. Si quieres suavizarla y aligerar su textura, puedes mezclarla con aceite de oliva virgen extra.
Es una de las salsas más icónicas de la gastronomía francesa. Se elabora a partir de yemas de huevo, mantequilla y reducción de vino y mezcla ingredientes como las chalotas y el vinagre; también hierbas como el estragón y la pimienta.
Al parecer, en origen, fue una creación del chef francés Jean-Lois-François Collinet (también ideólogo de las patatas soufflé) en el siglo XIX.
La bearnesa, que se sirve tibia, es ideal para carnes rojas a la barbacoa, incluyendo piezas de cerdo ibérico.
La primera salsa barbacoa comercial surgió en 1909 en la ciudad de Atlanta, y durante años fue la única conocida, aunque a partir de 1948 aparecieron en el mercado otras marcas de distribución nacional.
La base de la salsa barbacoa contiene tomate, vinagre y mostaza aunque cada maestrillo tiene su librillo y dependiendo de la marca encontramos ingredientes exclusivos.
¿Con qué combina la salsa barbacoa? Sobre todo, con la carne de cerdo, y el corte preferido para aderezar con esta salsa son las costillas. También el pollo a la brasa recibe bien esta salsa agridulce de toques ahumados.
¿Por qué nos gusta la Jack Daniel’s? Por su toque de bourbon que eleva su sabor a la máxima expresión.
La primera salsa barbacoa comercial surgió en 1909 en la ciudad de Atlanta, y durante años fue la única conocida, aunque a partir de 1948 aparecieron en el mercado otras marcas de distribución nacional.
La base de la salsa barbacoa contiene tomate, vinagre y mostaza aunque cada maestrillo tiene su librillo y dependiendo de la marca encontramos ingredientes exclusivos.
¿Con qué combina la salsa barbacoa? Sobre todo, con la carne de cerdo, y el corte preferido para aderezar con esta salsa son las costillas. También el pollo a la brasa recibe bien esta salsa agridulce de toques ahumados.
¿Por qué nos gusta la Jack Daniel’s? Por su toque de bourbon que eleva su sabor a la máxima expresión.
Propia de Argentina y Uruguay, la salsa chimichurri parece tener su origen en la costumbre italiana de servir carnes con ajo, perejil y limón.
En estos dos países del Cono Sur es costumbre acompañar los asados (como se conoce allí a las barbacoas) con chimichurri.
Es idónea para cualquier tipo de corte de ternera a la barbacoa, sobre todo los tipos de Argentina y Uruguay como el asado de tira, el vacío, la entraña, el bife de chorizo… que sin problemas puedes solicitar en tu carnicería; también, cómo no, con los chorizos criollos.
¿Oíste hablar alguna vez del choripán? Es un pequeño bocadillo de pan de barra con un chorizo criollo dentro abierto por la mitad y aderezado con chimichurri.
En origen, el romesco es un guiso de pescadores típico del litoral tarraconense que se elabora con ajo, guindilla y picada de frutos secos. Con los años, también devino en salsa, muy parecida a la que se emplea para comer calçots, y que contiene ingredientes similares al guiso.
Es una salsa muy sabrosa que acompaña muy bien a las hortalizas a la parrilla, gracias a sus notas a frutos secos, a tomate y a aceite de oliva. Sin distinción, combina excelente con espárragos, berenjenas, cebollas, calabacines o puerros a la barbacoa.
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