Sembrada en primavera y recogida en otoño, esta cucurbitácea domesticada en América hace miles de años, es una apreciada hortaliza en los meses que traen los primeros fríos.
La calabaza es nutritiva y muy rica en betacarotenos, uno de los antioxidantes más potentes y que protege del desgaste producido por los radicales libres. Además, es un precursor de la vitamina A, lo que significa que el cuerpo lo transforma en esta vitamina cuando lo necesita.
En otoño, se cosecha madura y puede durar varios meses, por lo que es muy habitual encontrarla en distintos platos.
Su pulpa, bastante firme, permite saltearla y estofarla; también es habitual emplearla para hacer purés que recuerdan ligeramente al boniato por su sabor ligeramente dulce, aunque con una textura más fina y nada fibrosa.
Para guardarla, lo mejor es mantenerla en ambiente seco a una temperatura de 15 ºC. Gracias a su durabilidad, se encuentra en el mercado prácticamente todo el año, pero es después de su cosecha cuando está en su punto óptimo, brindando todas su propiedades.
Con la bajada de las temperaturas, nuestro cuerpo agradece alimentos energéticos y saciantes. Gracias a su contenido en carbohidratos y fibra, la calabaza cumple muy bien ambos requisitos. Además, aunque sea una costumbre heredada, es un elemento importante en Halloween, una costumbre que los niños y no tan niños españoles han adoptado como suya.
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Un plato de sabores intensos y reconfortantes inspirado en la cocina india. La cremosidad de la calabaza casa muy bien con las espinacas y con especias como el curry. Es una receta sabrosa, saciante y energética.
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En los primeros días de otoño no necesitamos platos muy contundentes y calientes, por lo que una ensalada templada conjuga muy bien con lo que nos pide el cuerpo. Hojas verdes, frutos secos y queso complementan muy bien el plato.
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Un clásico saludable y ligero, pleno de dulzor natural dado por las dos hortalizas. Con especias suaves y un chorrito de aceite se potencia su sabor. Es ideal como entrante nutritivo en cualquier época, además de aportar una buena carga de antioxidantes.
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Le damos la vuelta a un clásico: en lugar de rellenar las berenjenas con carne, apostamos por una farsa de calabaza con ingredientes como queso y frutos secos para lograr un plato saciante y nutritivo Es una alternativa muy apetecible para los que prefieren una comida con predominio de vegetales.
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En esta receta fusionamos dos sabores de toda la vida: el dulzor de la calabaza y la acidez jugosa de la manzana. La tarta cuenta con una base crujiente que convierte en adictivo cada bocado.
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Dulzor, textura y acidez en una combinación perfecta como guarnición o entrante. Es un plato original, equilibrado y muy sabroso.
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Este bizcocho es tierno y aromático, además de exótico gracias a su combinación de especias.
Es un dulce casero y otoñal perfecto para desayunar y merendar. También para que los niños lleven al cole como almuerzo o merienda.
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Versíón más ligera de un desayuno clásico de fin de semana, estas tortitas se elaboran con la hortaliza asada, con harina de avena integral y bebida vegetal de avena, lo que facilita las digestiones.
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