¿Qué es el queso? ¿Alguna vez te lo has planteado? El queso es, lisa y llanamente, el resultado de buscar la preservación de la leche más allá de la temporada de ordeño.
La elaboración de queso data del Neolítico coincidiendo con el momento en el que los seres humanos aprendieron a domesticar a los animales. Los primeros quesos elaborados eran quesos frescos no muy diferentes a los que conocemos ahora. Hay registros arqueológicos que nos muestran que en el Antiguo Egipto se elaboraban quesos tipo requesón.
Todos los quesos, incluido el fresco, se elaboran con leche, cuajo, fermentos lácticos y sal, aunque en el caso del fresco (también conocido como queso blanco) no pasa por un período de maduración.
El queso fresco tiene un mayor contenido en agua, también un menor porcentaje de grasas, y su sabor y aroma son muy suaves. Resultan muy ligeros y ofrecen un alto aporte de proteínas. Son ideales para tomar en el desayuno, como tentempié fuera de horas, incluso como ingrediente en una ensalada o en una crema de verduras.
Entre los quesos frescos más conocidos están el queso de Burgos, el quark, la ricotta, el cottage, el mató, el feta, la mozzarella fresca y la burrata.
De leche de cabra, de oveja, de vaca, de búfala, mezcla… Un queso fresco puede elaborarse con varios tipos de leche y precisamente, en la variedad, está el gusto. Para elegir tus preferidos tan solo tendrás que probarlos.
Es un queso perfecto para tomar como snack a media mañana. Si acaso, lo puedes combinar con algún fruto seco como el sésamo espolvoreando con él una pequeña cuña de queso.
Elaborado con leche de cabra pasteurizada.
Con una anchoa por encima promete ser un delicioso y nutritivo aperitivo. ¡No te lo pierdas!
Elaborado con leche de oveja pasteurizada.
En la cocina griega siempre está presente, y su clásica ensalada es, quizás, uno de sus mayores exponente fuera de Grecia. Es una ensalada sencilla aunque deliciosa. Prepárala con feta, tomate, pepino, aceitunas Kalamata y cebolla roja.
Elaborado con leche pasteurizada de oveja y cabra.
Un postre tradicional en Cataluña es el mel i mató’ que surge de la combinación de miel de con este queso ancestral propio de los Pirineos catalanes.
Elaborado con leche pasteurizada de vaca de los Pirineos.
Una cuña de queso Valdecabras con una lámina de jamón cocido es siempre una buena idea como tentempié.
Elaborado con leche pasteurizada de cabra.
Si eres intolerante a la lactosa no tienes por qué privarte de disfrutar de un queso fresco. Afortunadamente, la industria quesera brinda quesos sin lactosa sin que afecte a su sabor. Pruébalo con manzana ácida: ¡sorprendente y delicioso!
Elaborado con leche pasteurizada de vaca.
Con mozzarella fresca se pueden preparar infinidad de ensaladas aunque nuestra favorita es una clásica italiana, la caprese que, con sus ingredientes y colores (tomate, mozzarella y albahaca fresca), replica la bandera de Italia en el plato.
Elaborada con leche pasteurizada de búfala.
Se conoce como stracciatella el corazón ultracremoso de la burrata, un queso fresco hilado llamado así por su agradable textura mantequillosa (burro significa mantequilla en italiano). Un plato sencillo e imbatible es juntar burrata con tomate seco rehidratado y unos piñones tostados.
Elaborado con leche pasteurizada de vaca.
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