El verano llega y con él, las noches de calor sofocante en las que se hace necesario cenar ligero y agradeciendo los bocados fríos. Es un hecho que en verano requerimos de alimentos menos contundentes, que sacien el hambre, pero, a la vez, proporcionen una agradable sensación, que sean frescos y, cómo no, que sean saludables.
Sopas frías, mariscos y pescados frescos suelen ser siempre una buena idea para las noches más tórridas, y su presentación en frío, hará que nuestra sensación térmica baje algunos grados. Permiten no acostarse con hambre y, a la vez, ir a descansar con el estómago satisfecho.
En todas las temporadas nuestro cuerpo agradece comer producto estacional, con estas cinco recetas que te proponemos solo conseguirás ventajas: disfrutar de una cena saludable, consumir lo que hay en el mercado y descansar a pierna suelta gracias a una buena digestión.
No es un ajoblanco cualquiera. Estamos ante un plato con enjundia gracias a la adición de idiazábal, con antioxidantes proporcionados por el tomate, y con alimentos poderosos como la almendra y el tomate.
El resultado es una sopa fría muy equilibrada y nutritiva, saciante, plena de vitaminas, minerales, fibra (la almendra es el fruto seco que más fibra contiene) y proteínas aportadas por un queso que, además, le dará interesantes notas ahumadas.
Las cocinas del Pacífico americano llevan años haciendo ceviche, tanto de mariscos como de pescados. Aprovechando la temporada del langostino de Madagascar, cuya crianza se desarrolla en manglares mostrando una calidad inusitada, te proponemos un plato no solo delicioso, también saludable.
Con pocas calorías y altos en proteínas, los langostinos son un bocado muy nutritivo, y el acompañamiento de frutas y hortalizas como el aguacate y la cebolla conforman una atractiva propuesta.
¿Su origen no te hace pensar lo refrescante que puede resultar? En los tórridos días del verano cordobés, el salmorejo es una sopa fría imprescindible para combatir el calor, a la vez que contribuye a una buena alimentación.
Totalmente extrapolable a los días más cálidos de otros lugares, como cena saludable es (casi) imbatible. Los antioxidantes y vitaminas del tomate, la proteína del huevo y del jamón, las propiedades saludables de ajo y las grasas buenas del AOVE son una fórmula mágica.
Sí, sabemos que un día, no tan lejano, el tomate llegó de América. Siglos después, el tomate está tan ligado a la cultura mediterránea que nos cuesta imaginar qué haríamos sin esta hortaliza de verano (con algunas excepciones ya que hay alguna variedad de otoño e invierno) que, por supuesto, suele está presente en los platos más ligeros y refrescantes.
Con la frambuesa y la avellana, en esta sopa de tomate el ingrediente principal gana sabor y textura.
La sopa completa muestra un cuadro nutricional pleno de antioxidantes y vitamina C; también grasas saludables y proteína vegetal dadas por la suculenta avellana.
Es en el estío cuando el atún rojo se consume con fruición. Es un pescado que en crudo o apenas pasado por el fuego da un resultado espectacular, como es el caso del tataki. Por este nombre se conoce a la técnica japonesa de marcar una pieza de pescado o carne, previamente marinada, a fuego muy vivo, dejándola cruda por dentro y sellada por fuera. Con este plato conseguiremos un buen aporte de proteínas y grasas saludables.
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