Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas entrefinas. No deben ser muy gordas para que se cocinen en el mismo tiempo que el cordero; entre 35 y 50 minutos. Si hay dudas de que las patatas están hechas, las pasamos antes tres o cuatro minutos por el microondas a máxima potencia para que se empiecen a cocinar. Pintamos con el aceite de oliva el fondo de una bandeja de horno de tamaño estándar. Repartimos las rodajas de patata por el fondo. Pelamos las chalotas, cortamos a la mitad y distribuimos encima de la patata. Salamos tanto las patatas como las chalotas al gusto. Colocamos encima las chuletas de cordero, las salamos y agregamos las ramitas aromáticas. Metemos la bandeja en el horno precalentado a 190° -sin aire- y asamos unos 35 minutos (podemos ajustar el tiempo si es necesario). Cuando las chuletas ya casi están doraditas, repartimos por encima los tomates cherry y horneamos otros cinco o diez minutos, hasta que se ablanden. Servimos de inmediato, rascando bien el caramelizado del fondo.
Habla ahora…