Batimos la sandía, el albaricoque y el jengibre. Si queremos una textura más líquida lo podemos colar. Añadimos lima, sal y removemos. En un vaso con bastante hielo vertemos la mezcla y añadimos agua con gas.
La sandía y el albaricoque son dos frutas muy refrescantes. Ambas poseen una gran cantidad de agua (en el caso de la sandía, el 92%). Ambas son ricas en antioxidantes y en vitaminas de los grupos A y C. Por todos esos beneficios, y unos cuantos más, estas dos frutas son una base excelente para crear un cocktail que podrán disfrutar todos, ya que no tiene alcohol. El sabor ácido de la lima y el picante del jengibre le darán una mayor complejidad al resultado final.
Para finalizar el cocktail, tan sólo adornamos con una hoja de menta y listo.
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