El tomate es un fruto, concretamente el de la planta solanum lycopersicum. Se trata de una de las hortalizas más consumidas en el mundo, siendo España el octavo país productor del mundo, y China el primero. Es un ingrediente fundamental en cientos de platos y recetas, tanto al natural como en conserva. Y en conserva lo vas a encontrar de muchas formas… ¿las conoces todas?
El tomate es una fuente de beneficios para nuestro organismo: minerales como el magnesio o el potasio; varias vitaminas del grupo B, y antioxidantes como la vitamina C o el licopeno, que es el que da al tomate su característico color rojo. Conservar el tomate es la mejor forma de aprovechar sus beneficios durante más tiempo, manteniendo su sabor y nutrientes. Te contamos cuáles son las formas más habituales de conservarlo.
Deshidratado: Se obtiene secando el tomate, ya sea en horno, en deshidratador o directamente al sol. El resultado da un sabor intenso y es algo crujiente y de un color rojo oscuro, con una gran capacidad de conservación. Una buena opción es el de Aranca.
Triturado: El proceso consiste en escaldar los tomates frescos, pelarlos y triturarlos, y luego se cocinan añadiéndoles sal, azúcar, laurel, ajo y zumo de limón. Es ideal para salsa y guisos, ya que tiene una textura granulada con pequeños trozos de tomate y conserva el sabor a tomate a la perfección. Es una de las conservas de tomate más habituales, por eso puedes encontrar muchas propuestas de firmas como Cidacos, Apis, El Corte Inglés Selection, Pedro Luis, Orlando o Mutti.
Tumaca: Llamamos tumaca a la abreviatura del catalán pà amb tumaca (pan con tomate). Los tomates se lavan, se trituran y se tamizan (separar las pieles y semillas) dando lugar a un tomate triturado listo para servir sobre pan, al que se le añade aceite de oliva, sal y a veces ajo. Cidacos y Pedro Luis lo presentan listo para consumir, y Carretilla e Iberitos ofrecen versiones con aceite de oliva y con ajo ya incluidos.
Concentrado: El tomate concentrado es una pasta espesa y homogénea que se consigue triturando los tomates y cocinándolos a fuego lento hasta que se reduce el agua. Su sabor es muy intenso y se utiliza fundamentalmente para dar sabor a salsas y guisos. Puedes probarlo con las latas de Hida y Cidacos.
Doble concentrado: El mecanismo es muy similar al del concentrado, pero se reduce todavía más el agua para que la pasta sea mucho más densa, su color más oscuro y su sabor muy concentrado. Es por eso por lo que se usa muy poca cantidad, ya que da mucho sabor. Compruébalo con el de Mutti.
Entero: Se utilizan tomates que no sean muy grandes, se escaldan, se pelan y se conservan en su propio jugo. Es una opción excelente para preparar multitud de platos, ya que conserva la textura y el sabor del tomate fresco. Los encontrarás en nuestros centros de firmas como Cidacos, El Corte Inglés Selection (tanto entero como troceado) y Mutti, que también los presenta en tomates cherry y tomates de la Denominación de Origen San Marzano.
En dados: Esta técnica de conservación, llamada concassé, es originaria de Francia. Consiste en escaldar, pelar, y retirar las semillas del tomate, y luego cortarlo en pequeños dados regulares. Funcionan muy bien para preparar ensaladas y guarniciones. Las podrás preparar con los dados de Pedro Luis.
Passata: Es una receta italiana muy utilizada en la cocina de ese país. Se trata de un puré de tomate crudo, que se cuela y del que se eliminan piel y semillas antes de envasarlo. Su sabor es muy natural, su textura suave y homogénea y tiene un color rojo brillante. Compruébalo con el de la firma italiana Mutti.
Con todas las opciones que te hemos dado… ¡que no falte el tomate en tus platos!
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