Reunirnos, encontrar caras queridas que hace tiempo que no vemos, disfrutar alrededor de una mesa de nuevas anécdotas y de las mismas historias de siempre que cada año nos sacan una sonrisa… Estas fiestas tenemos muchas cosas que celebrar, y merece la pena hacerlo con el mejor vino espumoso del mundo: el champagne.
A unos 150 kilómetros al este de París se encuentra la región de Champagne, donde en sus 34.000 hectáreas se concentra la producción del vino más famoso del mundo, que recibe el nombre de su región. El champagne es un vino espumoso que se elabora siguiendo el método champenoise, que consiste en una doble fermentación, primero en cuba o depósito, y posteriormente en botella. Aunque el nombre se ha generalizado, sólo se puede llamar champagne al vino espumoso elaborado en esa región y bajo unos estrictos controles.
Las uvas que más se usan en la elaboración del champagne son la Chardonnay, la Pinot Meunier y la Pinot Noir, aunque también se pueden utilizar otras en menor medida.
El champagne se clasifica en distintas categorías como el tipo de uva, el tiempo que ha envejecido, la cantidad de azúcar que incorpora… Por ejemplo, si nos centramos en el tipo de uva, vemos champagnes como el Blanc de Blancs, que se elabora únicamente con uvas blancas Chardonnay, y es ligero y fresco. Bernard Remy es un excelente exponente de este tipo, fresco y con notas cítricas y a flores blancas. El Blanc de Noirs se elabora con uvas Pinot Noir y Pinot Meunier, y posee más cuerpo y robustez. En esta categoría te recomendamos el G.H. Martel que se elabora con un 50% de cada uva y tiene aromas a frutas del bosque. Otro tipo de champagne muy solicitado es el Rosé, donde se incorpora alguna uva tinta en la elaboración y suele tener sabores afrutados. Por ejemplo, el Rosé Lallier se elabora con un 53% de Pinot Noir, un 41% de Chardonnay y un 7% de uva tinta Bouzy para crear el habitual rosado. El resultado es un champagne muy expresivo con aromas a fresas silvestres.
Otra diferenciación habitual es la cantidad de gramos de azúcar por litro que se encuentra en el champagne. Así tenemos una amplia horquilla que va desde el dulce (más de 50 g/L) hasta el brut nature (entre 0 y 3 g/L), que es el considerado más seco. El brut es quizá el tipo de champagne más habitual, ya que tiene un dulzor moderado (hasta 12 g/L) pero no es tan seco como el extra brut o el brut nature.
Con la categoría brut encontramos una grandísima variedad de espumosos, pero te vamos a recomendar un par que son excelentes elecciones.
Aubert et Fils presenta un brut elaborado con Chardonnay, Pinot Meunier y Pinot Noir que tiene una crianza de 28 meses sobre lías y nos recuerda a aromas de cítricos y frutas tropicales. Y dejamos para el final un champagne que permanece nada más y nada menos que 3 años en bodega. También elaborado con Chardonnay, Pinot Meunier y Pinot Noir, se trata del Perrier-Jouët Grand Brut, un champagne que se elabora desde 1854, y es elegante y sutil, con un gran equilibrio entre notas afrutadas y florales.
Te hemos mostrado una pequeña selección de las decenas de champagnes que podrás encontrar en nuestra Bodega. Elige con cuál de ellos quieres disfrutar de los grandes momentos que están por venir.
Habla ahora…
