Para preparar la masa quebrada mezclamos en un bol la harina, el azúcar y la sal. Añadimos la mantequilla punto pomada en cubos y trabajamos con las yemas de los dedos o un cortador de masa hasta obtener una textura de migas gruesas. Incorporamos el agua fría poco a poco hasta formar una bola uniforme. Envolvemos en papel film y refrigeramos durante 1 hora.
Para el relleno, lavamos las manzanas, quitamos el corazón y las cortamos en láminas finas. Derretimos la mantequilla y mezclamos en un bol con el azúcar moreno, la maicena y la canela. Reservamos.
Para montar la galette estiramos la masa sobre papel de horno dándole forma redonda. No te preocupes si no queda perfecta, le dará un toque rústico a la presentación.
Una vez estirada la masa, la colocamos sobre una bandeja de horno. Pintamos el centro de la masa con la mezcla preparada anteriormente, dejando margen en el borde para hacer las dobleces. Colocamos sobre la mezcla las manzanas cortadas en láminas haciendo el dibujo que más te guste y doblamos los bordes hacia dentro, superponiéndolos ligeramente. Espolvoreamos un poquito de azúcar y canela por encima. Finalmente, cubrimos los bordes con almendras laminadas y pincelamos con una mezcla de yema de huevo y leche para que el conjunto quede dorado.
Precalentamos el horno a 200 °C arriba y abajo. Una vez esté caliente, horneamos durante 35–40 minutos a 200 °C hasta que los bordes estén dorados y las manzanas tiernas y jugosas. Si ves que se dora muy rápido, cubre el centro con un poco de papel aluminio durante los últimos 10 minutos.
Esta galette es un postre ideal cuando ya has comido mucho: ligero pero goloso, se puede preparar con antelación y se sirve con una buena copa de helado de vainilla. Es una receta tradicional rústica francesa, que ahora puedes hacer en casa en muy poco tiempo. Crujiente por fuera, tierna y jugosa por dentro, ese aroma a mantequilla y canela se mete por toda la casa y te hace sonreír nada más abrir el horno. Imposible resistirse.
Deja templar unos 10 o 15 minutos para que los jugos se acomoden y sea más fácil de manejar. Puedes servirla tibia o a temperatura ambiente, sola o acompañada de una bola de helado de vainilla, la elección es tuya.
Habla ahora…
