En español decimos ‘más sano que una manzana’ para alabar la buena salud de una persona, y los británicos con su refranero afirman que el consumo de una al día nos mantiene saludables. Ninguno está equivocado.
El famoso refrán inglés ‘An apple a day keeps the doctor away’ (‘Una manzana al día mantiene al médico alejado’) se acuñó en los años 20 del pasado siglo, aunque el origen se halla en una localidad de Gales donde, en el siglo XIX, sostenían que ‘comer una manzana diaria antes de acostarse evita que el médico se gane el sustento’.
Los años simplificaron las formas pero no el mensaje: lo cierto es que los antiguos romanos ya conocían sus propiedades saludables, y debemos su nombre en castellano a un antiguo botánico romano, Caius Mattius.
Los conocimientos empíricos sobre la manzana han sido determinantes para que la ciencia moderna estudiara sus supuestos beneficios y la conclusión es que su consumo ayuda a reducir de forma significativa los niveles de colesterol malo en adultos de mediana edad, además de contribuir a la prevención del temido ictus.
El manzano es un árbol muy resistente, por lo que su cultivo es habitual en distintos puntos del planeta. Su origen lo encontramos en Asia Central y los primeros europeos en conocer su fruta fueron los griegos antiguos, aunque fueron los romanos quienes la introdujeron en el resto de Europa.
Hay miles de variedades de manzanas en el mundo, y sus características generales son jugosidad, textura crujiente y equilibrio entre dulzor y acidez.
Hay algunas como la reineta que se emplean, en mayor medida, para cocinar como la reineta. Otras se destinan a la industria sidrera, y algunas son de doble utilidad, como la granny smith o la golden delicious. Eso sí, para tomarlas en crudo hay que esperar a que estén maduras; si las usamos para cocinar deben tener poca maduración.
Las mayoría de las manzanas de mesa son jugosas, firmes y crujientes. Cuando una manzana es harinosa significa que ha traspasado su punto óptimo de maduración.
La manzana es una fruta climatérica (sigue madurando tras la recolección) lo que no impide que sea fácil de mantener en buenas condiciones ya que su maduración es más lenta que otras frutas.
Los productores de manzana la conservan fresca durante meses en atmósfera controlada, y en casa puede alargarse su frescura a corto-medio plazo si la dejamos a temperatura ambiente en el caso de vivir en una zona fresca. Si no, en la nevera a una temperatura que no baje de 0º.
Eso sí, aunque su maduración es lenta, la manzana suelta etileno, un gas que provoca que otros productos frescos que estén alrededor maduren a la velocidad del rayo.
Si, por ejemplo, tienes un kiwi o un aguacate que no acaba de madurar, una manzana al lado le hace ‘despertar’.
Qué duda cabe que una de las ventajas de la manzana es la gran variedad que existe en el mercado. Hay de distintos sabores, con notas más ácidas o dulces, texturas prietas o crujientes, y de diversos tamaños. Casi todas son ideales como snack o como postre.
Además, para consumirlas no se requiere nada, ya que su piel no solo es comestible: también es muy agradable al morder.
Cultivada en todo el mundo, la manzana granny smith tiene su origen en Australia. Su textura es súper crujiente y su sabor es agradablemente ácido. Es la manzana verde más consumida: en licuados, smoothies y sorbetes es un ingrediente habitual. También admite cocción siendo su uso habitual en guarniciones de platos salados.
Las primeras plantaciones de manzana pink lady se situaron en Francia aunque en España se cultiva desde años en las provincias de Lleida y Girona.
Es una manzana que muestra un muy buen equilibrio entre dulzura y acidez. Es muy rica y jugosa tomada sola, y a las ensaladas les aporta matices muy interesantes.
En Francia es usual usarla para elaborar tarta normanda.
Es la manzana por excelencia para cocinar gracias a su textura tierna aunque consistente y su equilibro de sabores, además de por su fragante aroma.
Se puede consumir cruda aunque su aspecto, respecto a otras, sea menos llamativo. Asada, en compota, en mermelada o en puré para acompañar carnes es siempre perfecta.
La manzana kanzi es un cruce entre las variedades gala y braeburn. Es una fruta muy crujiente, dulce con notas ácidas, muy jugosa y aromática. Es perfecta como snack para tomar entre horas y matar el gusanillo ya que no es de tamaño grande. Además, es una manzana de larga durabilidad.
La manzana ambrosía surgió de forma natural en Canadá, en un nuevo árbol del huerto de la familia Mendell a principios de los años 90 del pasado siglo.
Es una manzana de sabor dulce (de ahí su nombre), con poca acidez, que resulta casi un bombón en la boca.
La verde doncella es una manzana originaria de los valles de los ríos Jiloca y Aragón, y se remonta al siglo XIX. Es una fruta de textura crujiente y mordida jugosa. Aun teniendo tonalidades verdes, es una manzana golosa cuyo sabor dulce se vuelve más intenso sin ha helado antes de su recolección.
Rockit es una manzana de tamaño extrapequeño conseguida a partir del cruce natural en Nueva Zelanda de dos de las variedades de manzana más dulces que existen: gala y splendour. Por su tamaño, no solo es perfecta como refrigerio; también para poder transportar.
La manzana fuji es originaria de Japón y es una fruta muy sabrosa y jugosa, de textura firme y crujiente, muy agradable en el paladar.
Eso sí, es una manzana de tamaño grande, por lo que requiere tener hambre para comérsela entera.
Esta manzana procede de la hibridación de reineta y golden, y fue creada en Francia en los años 50. Es una de las manzanas más vendidas del país galo por su textura, sabor y aromas, además de por su versatilidad: es excelente para cocinar y para comerla en crudo.
Es una de las variedades más cultivadas en nuestro país y es muy popular su consumo gracias a su sabor dulce y con ciertas notas aciduladas que le otorgan una chispa especial.
Es una manzana que se encuentra durante todo el año, y su momento óptimo de consumo va de septiembre a junio.
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