Pilares fundamentales de la dieta mediterránea, estos productos del mar vienen cargados de beneficios para la salud. Además, al estar ultracongelados no pierden propiedades nutricionales y están libres de anisakis.
Los productos del mar son indispensables en una dieta saludable y equilibrada. Ambos grupos alimenticios son ricos en proteínas de alto valor biológico, y todos tienen contenido en omega 3, que son ácidos grasos esenciales que mantienen en buena forma el sistema cardiovascular.
En todo caso, cabe señalar que dependiendo de la especie tienen más o menos omega 3, siendo los pescados azules quienes muestran mayores niveles.
Dejando al margen particularidades, en general, estos productos del mar también cuentan con vitaminas y distintos minerales necesarios para el ser humano.
Sepia ultracongelada a la parrilla
Otra de las ventajas de comer pescados y mariscos es que son de digestión ligera y su ingesta está recomendada para todos los grupos de edad.
Cabe señalar que, en el contexto de una dieta saludable, se debería comer marisco y pescado al menos tres veces a la semana. Contar con pescado ultracongelado permite almacenarlo durante varios meses y cocinarlo en un momento, una vez se haya dejado descongelar.
La manera de cocinar pescados y mariscos ultracongelados es descongelándolos lentamente en nevera, aunque, en determinadas circunstancias, se pueden cocinar sin descongelación previa.
Tal es el caso de piezas pequeñas que se cocinen al horno, vapor, en papillote o fritos. Eso sí, la descongelación es obligatoria en caso de piezas grandes que sin descongelado, el resultado dejaría que desear.
El salmón es una fuente importante de omega 3. Además, cuenta con proteínas de alta calidad y vitamina D.
Si bien estos lomos de salmón están indicados para descongelar, si los empleas para cocinarlos al vapor o en papillote, te puedes ahorrar el paso de descongelado sin que el salmón pierda textura y consiguiendo una perfecta y regular cocción.
Es un pescado blanco con un porcentaje ínfimo de grasa, extremadamente digestivo y con un alto contenido en proteínas de calidad, así como yodo y fósforo. De sabor delicado, gusta a todo tipo de paladares.
Para cocinarlo, descongélalo previamente en nevera. Por su textura firme, se muestra ideal en guisos y sopas de pescado, al horno y en saludables brochetas con hortalizas intercaladas.
Alto aporte de proteínas, ácidos grasos omega 3 y un nada desdeñable porcentaje de selenio se conjugan en este pescado azul de carne prieta, sabrosa y jugosa.
El pez espada se recomienda descongelar tanto para cocinarlo en la parrilla o la plancha, o en estofados, donde su carne tersa impedirá que se desmigue.
Además de tener omega 3, también cuenta con vitaminas D y B12, lo que le convierte en un bocado muy saludable.
En este caso, al presentarse con piel, lo mejor es optar por una técnica que permita darle una textura crujiente. Y eso lo conseguiremos haciéndolo a la plancha o parrilla, tras haberlo descongelado lentamente en la nevera.
Es uno de los pescados con mayor contenido en ácidos grasos saludables, proteínas y hierro. Es muy gastronómico y está muy presente en las grandes cocinas del mundo.
Déjalo descongelar lentamente en nevera y disfrútalo a la parrilla o plancha, en tacos marinados o salteados. Procura no cocinarlo demasiado para que no pierda su jugosidad.
De carne blanquísima y muy tierna, la merluza es muy digestiva y baja en grasas aunque cono gran valor proteico. Es muy rica al vapor, rebozada y al horno.
Estos filetes son tan finos que no hay problema en cocinarlos sin descongelar, sobre todo si los preparas con técnicas como el rebozado, vapor u horneado. Su tamaño deja que el calor penetre rápido y el pescado se cueza de forma uniforme.
Sus grande valores son su alto contenido en proteína y yodo, y sus pocas grasas lo que le hacen apto para dietas de control de peso.
Al presentarse al punto de sal, no requiere ningún tipo de preparación más que las indicaciones de la receta que quieras elaborar. El bacalao queda muy bien en guisos y al horno.
Es baja en calorías, alta en proteínas, selenio, y zinc, por lo que es perfecta en dietas saludables y de control de peso.
Su textura tierna y su carne blanca la muestran ideal para la parrilla, previo descongelado lento. Si no la descongelas, libera demasiada agua y esto hace que su textura pueda volverse demasiado tersa.
En cualquier caso, si la vas a utilizar troceada en caldos, puedes emplearla directamente sin descongelar.
Al igual que su ‘prima’ la sepia, el calamar también es bajo en grasas, rico en proteínas de alto valor biológico y en minerales esenciales.
Dependiendo de la cocción, tendrás que descongelarlo en el frigorífico antes de cocinar. Esto es así si lo quieres preparar a la plancha o parrilla, salteado o relleno. En cambio, en recetas de cocción larga (guisos o arroces), puedes añadirlo congelado.
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