Comenzamos preparando la salsa. Para ello, picamos una cebolla en brunoise fino y pochamos la cebolla a fuego muy lento para que no se dore. Una vez está blandita y transparente, agregamos la leche evaporada a la sartén y una buena cucharada de mostaza. Lo más usual es utilizar mostaza antigua con sus semillas, pero podéis optar por cualquier mostaza que os guste o tengáis en la nevera.
Una vez reducida la salsa, y cuando vemos que su textura comienza a espesar, probamos y rectificamos de sal, reservándola para servir sobre el salmón y guardando el resto en una salsera para que los comensales la puedan servir cuando quieran.
Cocinamos el salmón fresco a la plancha, para no añadir más grasa, hasta que se dore ligeramente su superficie. Por otra parte, cocemos las patatas al vapor tras cortarlas en trozos irregulares. Montamos el plato sirviendo una rodaja de salmón por persona, cubriendo parcialmente con la salsa y añadiendo una guarnición de patatas cocidas al vapor y espolvoreadas con eneldo fresco.
Degustación
El salmón en salsa de mostaza es una receta que tiene todo lo necesario para gustar. Es fácil de hacer, es ligera, se prepara rápidamente y, sobre todo, está buenísima. Es posible completar el menú con unas verduras salteadas como entrante y una pieza de fruta de postre para poder presumir de una comida nutricionalmente completa.
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