Las personas celíacas, con sensibilidad al gluten no celíaca, o que optan por no tomar harinas son legión, y lo que más echan de menos a la hora de acompañar aperitivos y platos, son las pequeñas masas de pan crujientes plenas de sabor. Aviso: el paraíso sin trigo existe.
Picos y regañás son los bocados favoritos para una tapa de jamón y de muchos alimentos más, pero son bocados a priori inalcanzables para personas que no toman gluten.
Al margen del trigo, hay un mundo más allá con distintas propuestas elaboradas a partir de otros ingredientes que cuentan con sabor y estructura que te permitirán volver a disfrutar del añorado crujiente.
El gluten es el responsable de mantener una red proteica con estructura, elasticidad y retención de gases en las masas de harinas como el trigo.
La ausencia de gluten en harinas alternativas provoca que atributos como el crujiente y una estructura firme brillen por su ausencia. Para logar que los productos sin harina de trigo cuenten con una textura crujiente y firme, los elaboradores de estos bocados, emplean mezclas de harinas alternativas y distintas técnicas como el doble horneado con temperaturas altas, la adición de grasas saludables u otros ingredientes que potencien la sensación crunchy.
Los departamentos de I+D de empresas elaboradoras de productos sin gluten, están en constante investigación para ofrecerte alternativas sabrosas y crujientes para que no tengas que echar de menos unos bocados que enriquecen el consumo.
Crujientes y finos, estos picos artesanos son una opción ligera para acompañar quesos, embutidos y otros aperitivos. Su textura aireada y su sabor suave los convierten en un básico para quienes buscan disfrutar de un aperitivo sin gluten ni lactosa.
La adición de grasa permite obtener una textura más crujiente. En este caso, cuentan con aceite de oliva virgen extra y trigo sarraceno, que no contiene gluten. Con un crujiente muy auténtico, estos picos están formulados sin gluten ni lactosa y son perfectos para el aperitivo o como snack a media mañaña.
Su textura crujiente y su sabor limpio hacen de estas regañás una opción exquisita. Tómalas para acompañar ahumados, foie y quesos cremosos.
El aporte de chía en estas regañás les da un toque moderno y una textura suavemente crujiente que sorprende. Es una regañá original y saludable, perfecta para quienes deciden cuidarse sin renunciar al sabor artesanal.
Se elaboran con harina de espelta ecológica, conservando el sabor de las tostadas de toda la vida. Son tostadas de agradable textura ligera sin perder el crujiente, y cuentan con un perfil nutricional equilibrado.
Con harina integral arroz y aceite de oliva virgen extra, estos picos combinan salud y sabor, siendo una opción nutritiva y rica en fibra para quienes buscan un toque rústico y auténtico en cada bocado.
Son crujientes y saciantes, y combinan una buena cantidad de fibra y proteínas. Su sabor es adictivo y combinan muy bien con queso y fiambres. Solas también son un bocado muy apetecible.
Estas mini tortitas veganas te conquistarán por sus notas aromáticas a romero y por su alto perfil proteico. Son ligeras y sabrosas, y perfectas para degustar como snack.
De la combinación de aceite de oliva virgen extra y sal marina resultan estos saladitos extracrujientes ideales para dipear o para acompañar embutidos y quesos.
Elaboradas con harina ecológica de lentejas, estas tostadas son una propuesta innovadora y rica en proteínas. Ligeras, crujientes y sabrosas, resultan ideales para desayunos o snacks saludables.
Con el sabor suave y tostado del trigo sarraceno, estas tostadas ecológicas son una opción ligera y equilibrada, que combina muy bien con mermeladas, cremas y patés vegetales.
Tostadas integrales con aceite de oliva virgen extra son un básico completo y equilibrado. No tiene azúcares añadidos. Su sabor es natural, recordando a los sabores y aromas de los cereales. El aceite de oliva contribuye a su textura crujiente.
Habla ahora…
