Quitamos la piel y las espinas del salmón y lo picamos finamente a cuchillo. En una fuente ponemos el salmón, los huevos, la avena, el zumo de medio limón y salpimentamos. Mezclamos muy bien y dejamos reposar 20 minutos.
En una sartén pochamos la cebolla y la zanahoria picadas finamente y, cuando estén tiernas, añadimos los arándanos y sofreímos otros 10 minutos. Incorporamos dos cucharadas de crema fresca y lo mezclamos. En un vaso lo trituramos todo con la batidora.
Hacemos las albóndigas con la mezcla del salmón y las freímos en una sartén hasta que se cocinen bien.
Las albóndigas son uno de los platos más divertidos de preparar, y es difícil encontrar a alguien a quien no le encanten. Y si las elaboras con salmón fresco noruego de la máxima calidad, el resultado va a ser excelente. La salsa vegetal se compone de cebollas, zanahorias y los arándanos, que dan su color característico y su sabor dulce para contrastar con el sabor del pescado azul.
Servimos las albóndigas sobre una base de salsa de arándanos y las acompañamos con alguna guarnición como boniato asado o puré de patatas. Y si quieres darle un toque especial, puedes ahumarlas como en nuestro vídeo.
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