Descubre un menú lleno de sabores frescos y nutritivos. Esta semana destacamos los tomates secos, elaborados con una técnica de conservación muy popular en Italia.
Los tomates secos son tomates frescos deshidratados, una técnica de conservación especialmente popular en Italia, donde el sol y el clima seco facilitaban su elaboración. Al perder agua, concentran su sabor, volviéndose intensos, dulces y ligeramente ácidos. Se pueden hidratar en aceite para suavizarlos y añadirlos a ensaladas, pastas, panes o salsas, donde aportan un toque profundo y aromático. Los tomates secos se usan tal cual si buscas un toque crujiente (pizzas) o para mole (focaccias). Nutricionalmente, son ricos en licopeno, antioxidantes y minerales.
Te proponemos un menú semanal día a día tan saludable y equilibrado como sabroso. Sigue nuestros consejos y recetas y la organización y planificación de tus comidas serán mucho más fáciles.
Pan integral con aceite de oliva virgen extra y tomate rallado
Café o infusión
Kiwi
Tosta de secreto ibérico con mermelada de tomate y queso manchego con crujiente de cebolla
Dátiles sin hueso
Yogur griego natural con nueces y canela
Café o infusión
Plátano
Bol de frutas frescas con kéfir y semillas de chía
Café o infusión
Ciruela
Brocheta de queso fresco, cherry y orégano
Tartar de tomate en conserva, aceitunas muertas y tomillo limón
Tortilla francesa de daditos de jamón york
Café o infusión
Melón
Postres de soja y chocolate light
Tosta de nísperos caramelizados con burrata, nueces y berros
Pan wasa con queso crema 0% y mermelada de higos
Café e infusión
Melocotón
Costillas de cerdo caramelizadas
Crackers integrales con atún en lata
Bol de frutos rojos con zumo de lima
Café o infusión
Aceitunas gordal
Fideuá de verduras verdes, vieiras y berberechos
Sandía con jamón serrano
Leche de avena con galletas Digestive.
Café o infusión
Cerezas
Aunque se asocian a la alta cocina, las vieiras han sido consumidas popularmente desde la antigüedad en zonas costeras de Europa, Asia y América. Su concha en forma de abanico es símbolo del Camino de Santiago, ya que era el emblema de los peregrinos que llegaban a Compostela. Su carne, dulce y delicada, se compone de dos partes: el músculo blanco, firme y suave, y el coral anaranjado, de sabor más intenso. Admiten cocciones rápidas como la plancha o el gratinado, que preservan su ternura, aunque también se preparan en ceviches o tartares.
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