Descubre un menú lleno de sabores frescos y nutritivos. Esta semana destacamos el mazapán, un dulce de tradición árabe, típico de Toledo y de las fiestas navideñas.
El mazapán, heredero de la tradición árabe y emblema navideño español, se elabora con una mezcla sencilla de almendra molida y azúcar que conquista por su textura suave y su sabor delicado. De hecho, el secreto de un mazapán de calidad está en la proporción exacta de ingredientes y el punto justo de horneado, todo un arte repostero. Popular en Toledo, se presenta en figuritas o rellenos con yema o frutas confitadas, y acompaña bien a vinos dulces o café. En esa ciudad, las monjas del convento de San Clemente elaboran mazapán desde el siglo XV con una receta que apenas ha cambiado en 500 años.
Te proponemos un menú semanal día a día tan saludable y equilibrado como sabroso. Sigue nuestros consejos y recetas y la organización y planificación de tus comidas serán mucho más fáciles.
Rebanada de pan integral con aguacate y salmón ahumado
Café o infusión
Mandarina
Castañas asadas
Pan wasa con paté vegetal
Café o infusión
Pera
Guiso de bacalao con pochas y verduras
Quesitos light
Kéfir con dados de pera y uvas
Café o infusión
Barrita de cereales
Lubina marinada en hinojo con patatas frescas y ensalada de naranja
Aceitunas negras
Huevo pasado por agua con pan de hogaza
Café o infusión
Pitaya
Guiso de pollo campero con cítricos y frutos secos
Onza de chocolate negro
Sándwich integral de queso crema light y pepinillos
Café e infusión
Yogur líquido
Besugo asado con mantequilla de almendras y hierbas aromaticas
Kiwi
Macedonia de mango y papaya con zumo de pomelo
Café o infusión
Cuajada
Costillas de cerdo caramelizadas
Tomates secos en aceite de oliva
Batido de leche de soja con plátano y manzana
Café o infusión
Gelatina 0%
El adobo nació como una forma de conservar carnes en tiempos sin refrigeración, combinando vinagre, sal y aderezos como el pimentón. En España se popularizó durante la Edad Media, y parece ser que los conquistadores lo llevaron a América, donde cada país creó su propia versión: más cítrica en México, más dulce en Filipinas, más intensa en el Caribe. Su magia está en el equilibrio entre acidez, sal y aroma: el vinagre ablanda las fibras (de ahí que uno de sus usos sea para ablandar carnes), mientras el pimentón y las hierbas aportan color y profundidad.
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