Descubre un menú lleno de sabores frescos y nutritivos. Esta semana destacamos los mariscos y las claves para una cocción perfecta.
Se pueden resumir en dos: respetar los tiempos de cocción y utilizar agua muy salada, unos 30 g por litro (se vende agua de mar muy útil en este caso). Los crustáceos —gambas, langostinos, cigalas— requieren cocciones muy breves, de 1 a 3 minutos, o retirarlos en cuanto cambian de color, porque, si te pasas, se vuelven fibrosos. Los bivalvos —almejas, mejillones, berberechos— solo hay que ponerlos en una olla caliente y retirarlos en cuanto se abran, lo que suele ocurrir en 1 o 2 minutos. Los moluscos de carne firme, como el pulpo o el calamar, pueden necesitar bastante tiempo, incluso una hora, por eso son tan adecuados para calderos y guisos. Una vez listo, lo ideal es cortar la cocción en un bol con agua y hielo, sobre todo en crustáceos, para fijar la textura, evitar sobrecocción y realzar el color.
Te proponemos un menú semanal día a día tan saludable y equilibrado como sabroso. Sigue nuestros consejos y recetas y la organización y planificación de tus comidas serán mucho más fáciles.
Gachas de avena con uvas
Café o infusión
Yogur líquido
Noodles con ternera y verduras
Lascas de cecina con grisinis
Sándwich integral con jamón cocido y queso en lonchas
Café o infusión
Manzana
Filetes de salmonetes sobre fondo de verduras
Mejillones al natural
Pan wasa con queso crema y jamón ibérico
Café o infusión
Mandarina
Pavo encebollado con pasas y piñones
Gelatina 0%
Cereales integrales con leche vegetal
Café o infusión
Pera
Polvorón 0,0%
Tortilla francesa con champiñones
Café e infusión
Kiwi
Quesitos light
Galletas Digestive con mermelada sin azúcar
Café o infusión
Zumo de naranja natural
Biscotes integrales con queso cottage y nueces picadas
Café o infusión
Piña natural
El chocolate fondant se derrite con facilidad porque contiene más manteca de cacao que un chocolate normal. Sin embargo, es importante fundirlo despacio para evitar que se sobrecaliente, ya que entonces pierde brillo y se vuelve espeso. La mejor forma de hacerlo es al baño María o en el microondas con intervalos muy cortos. Además, el fondant puro casi no tolera el agua: una sola gota de vapor puede estropearlo y dejarlo grumoso. Muchas tabletas de chocolate “para postres” imitan su comportamiento, pero tienen menos cacao y sustituyen parte de la manteca por otras grasas, como aceite de palma o de coco. Aunque resisten mejor los errores al fundirlas, su sabor y textura son bastante diferentes.
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